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Empresa > Historia >Valor histórico de las pizarras de Bernardos > Jesús Bernardos Bartolomé

Dos circunstancias decisivas convergen en un momento importante de mi vida, en la década de 1970: la necesidad de dar un impulso a mi actividad profesional, y el deseo de vincular esta a mi pueblo natal. Quizás marcado desde la infancia por el espíritu empresarial heredado de mi abuelo materno, siempre mantuve latente el deseo de dedicarme al mundo de la empresa. Crear riqueza, puestos de trabajo, desarrollo y progreso, fueron los valores que siempre me impulsaron a lanzarme, sin apenas preparación ni recursos económicos, a la actividad empresarial.

El recurso natural de que estaba dotado Bernardos, la pizarra, y su explotación fueron el campo abonado para dar cuerpo y vida a este deseo.

Los comienzos no fueron fáciles. Partía de cero. La primera actividad de cantera consistía en extraer de forma manual, planchón irregular que había que vender, lo que suponía largas jornadas visitando viveros, almacenes de construcción y sobre todo, recorrer con mi pequeño utilitario Madrid y su periferia, oteando el horizonte para divisar grúas que evidenciaban la existencia de obras. Posteriormente la primera excavadora, el primer camión… Maquinaria curtida en mil batallas anteriores, que nos obsequiaba cada día con la aventura de las averías. Pero la juventud, la ilusión y el empeño fueron estímulos suficientes para superar todas estas dificultades.

Tradicionalmente la pizarra era un material empleado en cubiertas de edificios y, poco a poco hubo que imaginar y crear nuevos productos con otras aplicaciones en el campo de la construcción. Introducirlos en el mercado, dándolos a conocer a arquitectos, promotores y empresas fue tarea larga, de mucha constancia. Hacer de la pizarra un material capaz de estar por derecho propio en grandes e innovadores proyectos, no solo en cubiertas, fue el paso siguiente.

La actividad de extracción y elaboración se completó con la instalación de pizarra, que fue creciendo con un equipo familiar, que sumó apoyos, ideas e ilusión a esta actividad iniciada por mi. Este nuevo paso que aportaba soluciones globales, nos ayudó a conseguir que, unidades de obra proyectadas inicialmente en otros materiales, se sustituyeran por piedra natural.

Hoy el grupo de empresas Naturpiedra Jbernardos, que sigue siendo familiar, cuenta con un importante equipo de cualificados profesionales que ha situado las pizarras, filitas y cuarcitas de Bernardos, en amplios mercados internacionales, contribuyendo a desarrollar y consolidar la actividad laboral de esta pequeña localidad, que me vió nacer, y de la que tan orgulloso me siento, siguiendo el rastro de mis ancestros que durante siglos transmitieron sus conocimientos de generación en generación en este oficio duro y pegado a su tierra.

El libro que tienes en tus manos es el resultado de una ilusión compartida que, impulsada por mi hijo David, ha encontrado respuesta en dos reputados profesionales: el profesor e historiador José Ubaldo Bernardos, y el experto en piedra natural e ingeniero Fernando López Mesones, que con sumo cariño, rigor, y una seria investigación, han dado cuerpo y solidez a esta publicación. Mi más sincera gratitud y reconocimiento.

Jesús Bernardos Bartolomé