El primer impulsor de la pizarra en nuestro país fue el Rey Felipe II, quien durante sus viajes por Flandes y Alemania entre 1556 y 1559 pudo apreciar tejados cubiertos de pizarra. En carta fechada en enero de 1559 el Rey escribió desde Bruselas, a su arquitecto, Gaspar de la Vega ocupando entonces en la obra de Valsaín lo siguiente
«el uno que el plomo cargaría mucho la casa; y el otro que el verano la haría muy calurosa, como se tiene por experiencia de lo de acá. Y hame parecido que será mejor hacer los tejados agros, a la manera de los de estos estados, y cubrirlos de pizarra, que como habeis visto son muy lucidos…»
Fue entre 1559 y 1562 cuando llegaron a Bernardos pizarreros procedentes de toda Europa, para realizar las obras reales bajo encargo de Su Majestad Felipe II, empizarrando en primer lugar el Palacio del Bosque de Valsaín, el palacio de El Pardo y el Real Alcazar de Madrid, para continuar con la obra cumbre de su reinado: el monasterio de San Lorenzo de el Escorial. Se eligio entonces esta pizarra de Bernardos por su calidad, gran dureza así como su color plomizo y veteado con carácter propio. Desde entonces la pizarra se convirtió en uno de los principales materiales de construcción, estando presente en algunas de las más bellas obras de la historia de la arquitectura Española.
Según argumenta en el prólogo del libro editado por Naturpiedra Jbernardos: “Valor histórico y arquitectónico de las pizarras de Bernardos”, Jesús Bernardos Bartolomé, fundador de la empresa, tomamos con orgullo y gran responsabilidad este legado. Actualmente suministramos las pizarras y filita de Bernardos, por más de 25 países de todo el mundo, esta vocación exportadora hace que hayamos querido promover la edición de un libro en español, francés e ingles contando la excepcional historia de nuestras canteras.
Valor Histórico de las Pizarras de Bernardos
Sumérgete en los diferentes capítulos de la historia de las pizarras de Bernardos.
Capítulos del libro